Me doy permiso

Me doy permiso para no andar corriendo por la vida -sin vivirla-
"Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena"Joaquín Sabina

domingo, 10 de enero de 2010

Paradojas

Es curioso y paradójico el mundo en el que nos movemos, el mundo de internet. Aparentemente estamos en la era de la comunicación y cada vez nos comunicamos menos con los que nos rodean.
Estoy en mi casa y hablo con gente que no conozco, con gente que posiblemente no veré nunca en mi vida, y los conozco. Sé como piensan, se que sienten, se sus temores, se que les hace feliz, se que les hace enojar y nunca los he tocado. Porque desnudan su alma ante mi, ante todo aquel que les quieran escuchar. En cambio viajo en autobús y a mi lado se sienta una chica morena, de ojos marrones y rostro serio. Parece triste, pero no se porque, ni siquiera soy capaz de preguntarle como le ha ido el día, y ella no es capaz de contarme que es aquello que le atormenta. Y llego a casa y enciendo el ordenador y me conecto al mundo. Y alguien cuenta que ha tenido un mal día en el trabajo, que su jefe es un capullo, que anoche discutió con su pareja y que a su madre le van a hacer una mamografía por un pequeño bulto que tiene. Me conmueve y me pongo en su lugar, hasta le doy una palabra amable y un abrazo que nunca sentirá. Y me da por pensar que esa chica podía haber estado sentada a mi lado hace una hora y no me contó nada y no pude consolarla.
Que nos está pasando que somos capaces de empatizar con aquellos que no vemos, que no tocamos, que no miramos a los ojos y en cambio con la personas con las que nos cruzamos todos los días no somos capaces ni de mirarles a los ojos.

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