Vuelvo a casa
Vuelvo con la maleta llena de sonrisas, de confesiones a media luz, de caricias, de besos, de abrazos. Traigo el equipaje repleto de imágenes que nunca olvidaré, de bellos lugares que visité, de campos de girasoles y de cereales.
Quizá no volvamos a coincidir en otras vacaciones como estás pero me quedaré con todo lo bueno y bello que hemos vivido.
Recordaré la alegría de las mellizas al despertar, los desayunos en el patio con el frescor de la mañana, los viajes en coche, los castillos de princesas, los partidos de ping pong, las timbas de póker, las parrilladas, las siestas en la piscina, las visitas inesperadas, el primer día solos en casa, la última tarde tranquilos en el patio, el atardecer en los campos sembrados de cereales, el reloj de la iglesia.
Vuelvo con energía renovada y con ganas de pasar más tiempo con mis seres queridos